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Por Dr. Scott Buesing, médico naturopático
La L-tirosina es un aminoácido no esencial precursor de las hormonas tiroideas, los neurotransmisores dopamina y norepinefrina, y la hormona del estrés epinefrina. Como aminoácido no esencial, la L-tirosina puede crearse en el organismo a partir de otro aminoácido, la L-fenilalanina, y normalmente no es necesario consumirla directamente en la alimentación. Sin embargo, algunas personas padecen un trastorno genético poco frecuente, la "fenilcetonuria" (FCU), que les impide procesar el aminoácido L-fenilalanina. Para estas personas, la L-tirosina resulta esencial. Los pacientes con FCU deben sustituir la L-fenilalanina por L-tirosina o, de lo contrario, desarrollarán lesiones cerebrales. Por lo general, la enfermedad se detecta al nacer en las personas afectadas.
Ya que la L-tirosina es un precursor de los neurotransmisores, los estudios han explorado sus beneficios para la salud mental. Aunque es necesario investigar más sobre algunas aplicaciones, se han obtenido algunos resultados interesantes.
Algunos medicamentos estándar se centran en la dopamina y la norepinefrina para el tratamiento de la depresión. Por lo tanto, la L-tirosina sería una forma sencilla de intentar aumentar los niveles de estos neurotransmisores para obtener un resultado similar. Es interesante señalar que los estudios realizados con animales indican que la administración de suplementos de L-tirosina tiene posibles efectos antidepresivos.
Los estudios de depleción de L-tirosina reducen los niveles de L-tirosina en el cerebro mediante la administración de todos los aminoácidos excepto la L-tirosina y su precursor, la L-fenilalanina. Los estudios realizados con seres humanos revelaron un aumento de la indiferencia y el descontento cuando se eliminaban la L-fenilalanina y la L-tirosina. Los sujetos del estudio también presentaron un sesgo a favor de los factores desencadenantes de la tristeza durante las pruebas. Los resultados indican que la L-tirosina podría afectar el estado anímico cuando los niveles son deficientes.
Algunos informes de casos antiguos describen a pacientes que no respondían a muchos medicamentos antidepresivos estándar y que obtuvieron buenos resultados con la administración de suplementos de L-tirosina como tratamiento para la depresión. Algunos de los estudios de casos tenían pruebas que indicaban deficiencias en el neurotransmisor norepinefrina. Otros informes de casos procedentes de Francia hablaban de curaciones prolongadas de la depresión en pacientes que presentaban un déficit de dopamina. Sin embargo, un único ensayo clínico doble ciego no determinó que la L-tirosina fuera útil para la depresión, aunque en dicho estudio no se investigaron los niveles de dopamina o norepinefrina. Las investigaciones actuales respaldan con más fuerza la hierba de San Juan, el azafrán y, posiblemente, el 5-HTP como tratamientos naturales para combatir la depresión. Sin embargo, la realización de más investigaciones ayudaría a comprender mejor si la L-tirosina tiene cabida en el tratamiento de la depresión o si solo resulta útil en casos más aislados con déficits específicos de neurotransmisores.
Muchas veces se considera que el TDAH es un trastorno relacionado con la disminución de los niveles de dopamina en el cerebro. Los medicamentos estimulantes, como Ritalin y Adderall, parecen actuar, al menos en parte, mediante el aumento de la dopamina y la norepinefrina. Por ello, no debería sorprender que la L-tirosina se recomiende a veces como tratamiento para el TDAH. Sin embargo, las investigaciones presentan algunos matices y los estudios son bastante limitados.
En un estudio de poca envergadura en el que se administraron suplementos de L-tirosina, L-triptófano, anfetamina o placebo durante solo una semana, no se observaron beneficios de la L-tirosina sobre los síntomas del TDAH en los niños. Cabe destacar que el L-triptófano sí mejoró los informes de los padres sobre el comportamiento. Al tratarse de un estudio pequeño y de tan corta duración, es difícil sacar conclusiones definitivas. En otro estudio pequeño realizado con adultos se administró L-tirosina durante ocho semanas. A las dos semanas, el 75 % de los pacientes respondieron con una mejora de los síntomas del TDAH. Sin embargo, a las seis semanas, los beneficios desaparecieron y ninguno de los pacientes pareció mantenerlos a largo plazo. Los autores llegaron a la conclusión de que se desarrollaba una tolerancia a la L-tirosina, lo que la hacía poco eficaz para el tratamiento permanente de los síntomas del TDAH.
También se ha publicado un estudio de caso de TDAH, un niño con FCU, la enfermedad genética que bloquea la producción de L-tirosina a partir de L-fenilalanina. A los tres años, el niño empezó a presentar síntomas de comportamiento problemático. Debido a los síntomas, los padres del niño buscaron ayuda. Tras una evaluación psiquiátrica, se diagnosticó que el niño sufría TDAH. Dado que el niño padecía FCU, el médico que lo trataba supuso que podría tener una deficiencia de L-tirosina y le suministró el aminoácido como suplemento. Según los autores, el niño mejoró drásticamente los síntomas del TDAH gracias al suplemento de L-tirosina.
Con las pruebas disponibles, es difícil sacar conclusiones definitivas sobre la L-tirosina como tratamiento del TDAH. Es necesario realizar estudios más amplios y prolongados para poder obtener conclusiones adecuadas. También es necesario investigar si un subgrupo de pacientes podría responder debido a una mayor necesidad bioquímica del aminoácido, como posiblemente se observa en los casos de FCU. Las investigaciones realizadas sobre el zinc, el hierro y las estrategias dietéticas indican que es probable que existan opciones adicionales que aporten beneficios en relación con el TDAH, aunque deben ser supervisadas por un profesional médico experto.
Sin duda, los beneficios mejor documentados de la L-tirosina parecen ser sus efectos sobre la función cerebral de las personas sometidas a situaciones de estrés. Es posible que sus efectos sean comparables a los de otros adaptógenos herbales, como la ashwagandha y la rodiola. Muchos de los estudios sobre la L-tirosina han sido realizados por distintos grupos militares con interés en los posibles beneficios del aminoácido.
Las investigaciones con animales demuestran que los niveles de norepinefrina y dopamina pueden disminuir en situaciones de estrés. El suministro de L-tirosina a estos animales previene la reducción de los niveles de neurotransmisores y reduce los cambios de comportamiento inducidos por el estrés.
Una primera prueba en humanos expuso al personal del ejército a temperaturas frías con niveles reducidos de oxígeno, similares a los de un entorno montañoso de gran altitud. En el estudio, la L-tirosina, pero no el placebo, redujo considerablemente los efectos negativos. La administración de suplementos con L-tirosina tuvo efectos beneficiosos sobre múltiples síntomas, como dolor de cabeza, frío, angustia, fatiga, molestias musculares y somnolencia. En tareas que exigían esfuerzo mental, como ejercicios matemáticos, habilidades con mapas y brújulas, reconocimiento de patrones y otras medidas, las personas también obtuvieron mejores resultados con la L-tirosina.
En un estudio del ejército estadounidense, se sometió a los sujetos a estrés reduciendo su temperatura corporal central en agua fría. A continuación, los introdujeron en una cámara frigorífica y completaron una serie de tareas para evaluar el rendimiento físico y mental. Los resultados más notables fueron mejoras en la puntería con suplementos de L-tirosina en esta situación de estrés por frío. Los autores señalaron que la puntería es una tarea que exige un rendimiento tanto físico como mental.
Otro estudio realizado en los Países Bajos investigó los efectos de la L-tirosina sobre la función cognitiva en situaciones de estrés por ruido. Las personas tenían que realizar varias tareas mentales que inducían estrés mientras llevaban auriculares que reproducían ruido constante en una combinación de sonidos de una piscina, tráfico, ruido de trenes y una fábrica. Con la L-tirosina, las personas del estudio pudieron realizar mejor los procedimientos de las pruebas mentales. Además, la L-tirosina produjo un descenso inicial de la presión arterial, aunque el cambio se normalizó al cabo de una hora.
También se sabe que la privación de sueño empeora el rendimiento físico y mental. La Marina de EE. UU. exploró los efectos de la L-tirosina en personas privadas de sueño durante 24 horas. Tanto las habilidades psicomotoras como las tareas de vigilancia mejoraron durante la privación de sueño con la administración de suplementos de L-tirosina. Otro estudio similar comparó la L-tirosina con la cafeína, la anfetamina y otro fármaco para mejorar el rendimiento en condiciones de falta de sueño. Aunque la anfetamina fue más eficaz, la L-tirosina mejoró la memoria, el razonamiento lógico y las tareas de vigilancia visual.
En un estudio pequeño sobre el "control de interferencias" también se descubrieron algunas mejoras con la L-tirosina. El control de interferencias se mide mediante varios métodos. Uno de ellos consiste en presentar un círculo o un cuadrado en la pantalla de una computadora y presionar un botón a la izquierda (para el círculo) o a la derecha (para el cuadrado). Sin embargo, cada forma se presenta aleatoriamente en el lado izquierdo o derecho de la pantalla. La ubicación del objeto es irrelevante en cuanto a la respuesta correcta, pero funciona como distracción para confundir a la persona. Se ha demostrado que la L-tirosina mejora el rendimiento en tareas de control de interferencias.
Una pequeña prueba exploró los beneficios de la L-tirosina durante el desempeño de tareas simples y múltiples. Con la administración de suplementos de tirosina, la memoria mejoró durante las situaciones multitarea más exigentes. En otro estudio del ejército estadounidense se aplicó estrés por frío y se evaluó el rendimiento de la memoria. En el estudio, las personas se sumergieron en agua fría a 50 grados Fahrenheit que se utilizó para reducir la temperatura corporal durante 90 minutos. Tras el estrés por frío, las pruebas de memoria a corto plazo mostraron un mejor rendimiento con L-tirosina que con placebo.
Asimismo, en un estudio similar realizado por la Marina de EE. UU. se observaron beneficios en las pruebas de memoria a corto plazo tras la exposición al frío con la administración de suplementos de L-tirosina. Cabe destacar que cuando los sujetos no se exponían previamente al frío, la L-tirosina no tenía efectos sobre la memoria, lo que probablemente indica que los beneficios solo se producen en situaciones de estrés.
La L-tirosina es un aminoácido interesante que parece ser el más indicado para ayudar a mejorar la función mental y la memoria durante actividades y situaciones estresantes. Si bien las investigaciones son menos claras, es posible que también aporte beneficios en determinados casos de depresión con una necesidad metabólica de niveles más elevados de aminoácidos. En cuanto al TDAH, las investigaciones son menos certeras.
Por suerte, los estudios publicados no indican la existencia de muchos efectos secundarios de la L-tirosina. Los más frecuentes son dolor de cabeza, fatiga, ardor de estómago y náuseas. En dosis razonables, el aminoácido suele tolerarse bien.
Referencias:
