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Este blog no pretende proporcionar diagnóstico, tratamiento o consejo médico. El contenido de este blog es únicamente de carácter informativo. Consulte con un médico u otro profesional de la salud sobre cualquier diagnóstico médico u opciones de tratamientos médicos relacionados con su salud. La información de este blog no se debe considerar como sustituto del consejo de un profesional de la salud. Las afirmaciones realizadas sobre productos específicos en este blog no han sido aprobadas para diagnosticar, tratar, curar o prevenir enfermedades.
Por Dra. Kate Henry, médica naturópata
La rosácea es una enfermedad cutánea que suele presentarse con un enrojecimiento que se extiende por la nariz y las mejillas. Además, puede incluir un aumento del rubor (enrojecimiento), pápulas y pústulas, piel seca, cambios en la piel de la nariz y signos de inflamación vascular. También puede afectar los ojos.
La piel sensible tiende a reaccionar al entrar en contacto con las cosas que se le ponen. El enrojecimiento y las protuberancias pueden ser parte de dicha reacción, pero es temporal y se puede solucionar evitando las sustancias perjudiciales.
La rosácea es distinta porque la causa es médica y muchas veces interna. Aunque la rosácea puede agravarse con lociones, cremas y lavados tópicos, no se soluciona cuando se eliminan estos elementos y requiere un tratamiento adicional para curar la causa principal.
Aún no se comprende bien la rosácea, pero hay una serie de mecanismos e infecciones que sí sabemos que se relacionan con este trastorno. En primer lugar, las personas con rosácea presentan niveles más elevados de mediadores inflamatorios como mastocitos, linfocitos, células inmunitarias y proteínas antimicrobianas en la piel. En segundo lugar, las personas con rosácea presentan infecciones como el H. pylori, el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado y un mayor número de ácaros en la piel. Además, se produce cierto grado de inflamación vascular o hiperreactividad a causa de la rosácea, lo que significa básicamente que los vasos sanguíneos son más propensos a reaccionar al estrés externo en las personas afectadas por la rosácea que en quienes no la padecen.
No se sabe con certeza qué tipo de genética está implicada en la rosácea, pero lo que sí sabemos es que las personas con antecedentes familiares de rosácea son más propensas a desarrollarla en algún momento de su vida y que el gen VEGF puede verse implicado. Al parecer, el consumo de café, el tabaquismo, la exposición a los rayos UV y el consumo de alcohol también aumentan el riesgo de desarrollar rosácea. La rosácea se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades gastrointestinales, trastornos metabólicos, depresión y trastornos neurológicos. Esto puede deberse a que estos trastornos también implican patologías de disbiosis/microbioma, alteración de la función vascular e inflamación.
Para tratar la rosácea existen varios tratamientos tópicos y de estilo de vida. El primero consiste en eliminar los factores agravantes que pueden empeorar la rosácea. Los médicos aconsejan que las personas que padecen rosácea usen cremas y lavados cutáneos no irritantes, protección solar y lociones. Esto se puede lograr comprando productos hipoalergénicos para el cuidado de la piel, como lociones y limpiadores faciales sin fragancia para pieles sensibles. Además, quienes padecen rosácea deben usar champús y acondicionadores hipoalergénicos para evitar los brotes, ya que estos productos entran en contacto con el rostro. También deberían usar protectores solares hipoalergénicos.
Los tratamientos tópicos formulados para la rosácea comprenden principalmente cremas antimicrobianas y antiinflamatorias que ayudan a controlar los síntomas, como el metronidazol. Hable con su médico sobre cuál puede ser la más adecuada para usted.
La rosácea implica una inflamación vascular y una activación inmunitaria. Normalmente les recomiendo a mis pacientes con rosácea que usen geles refrescantes como el áloe vera porque, desde una perspectiva herbaria ecléctica, en teoría debería ayudar a extraer parte del calor de la piel y no puede causar daño. Según algunos datos, es posible que las lociones que contienen raíz de regaliz también sean eficaces para reducir los síntomas durante un período de 4 semanas. Estas lociones deberían formar parte de un plan de reducción de los síntomas, pero no ser el único método, ya que las lociones tópicas no formuladas rara vez curan la rosácea por sí solas.
Para curar la rosácea, lo mejor es curarla desde dentro hacia fuera.
Los métodos naturales para curar la rosácea incluyen un protocolo completo de curación intestinal, de ser necesario, que incluye el uso de hierbas antimicrobianas para eliminar infecciones o disbiosis, probióticos, suplementos de glutamina para curar los tejidos gástricos comprometidos y enzimas digestivas. La combinación única de estos métodos que usted use dependerá de la causa principal de su caso. Debe trabajar con su médico, herbolario, médico naturópata o gastroenterólogo para determinar qué método específico necesita para curar su intestino.
Además, las personas afectadas por la rosácea deben centrarse en optimizar la salud de los vasos sanguíneos mediante una dieta/rutina rica en antioxidantes, antocianinas, vitaminas y minerales. Los antioxidantes ayudan a proteger las células endoteliales contra el daño oxidativo. Las células endoteliales recubren nuestros vasos sanguíneos y ayudan a regular su funcionamiento, así como a prevenir la formación de placas. Al mantenerlas sanas, pueden ayudar a reducir los problemas vasculares que se observan a causa de la rosácea, como el enrojecimiento y la telangiectasia o los vasos sanguíneos visibles debajo de la piel. Los antioxidantes proceden de alimentos vegetales como las frutas y las verduras, así que aumentar el consumo de estos alimentos es una forma segura, sana y deliciosa de ayudar a curar la rosácea desde dentro.
Antes de aplicarse la base, lávese y huméctese la cara con una loción hipoalergénica para pieles sensibles. Una vez que la crema hidratante se haya secado o se haya incorporado a la piel, aplique una base verde o un corrector en capas finas y déjelo que se seque.
Los médicos, los dermatólogos, los cosmetólogos y los maquilladores están de acuerdo en que el uso de productos de color verde oculta el enrojecimiento producido por la rosácea. Puede lograrlo mediante el uso de una base verde o un corrector verde debajo de un corrector que cubra todo el rostro. Esto funciona porque el verde y el rojo son colores complementarios, ya que cuando se mezclan tienden a neutralizar los tonos no neutros que contiene cada uno.
Los correctores claros y las cremas hidratantes con color dejarán ver la capa inferior de su maquillaje, que puede incluir algunos tonos de verde si ha realizado los pasos anteriores. Para evitar esto, elija una base de maquillaje que cubra todo el rostro o una crema CC para aplicarla sobre la base/crema hidratante verde. Puede aplicarla en capas finas y dejarla secar para evitar que quede apelmazada.
Si no tiene la costumbre de maquillarse, es muy fácil ponerse una base verde, un poco de maquillaje y listo. Pero si dedica algo más de tiempo a añadir algunos toques de luz o contornos a su rostro, ¡su estilo de maquillaje pasará de ser “aceptable” a ser extraordinario! Si no sabe cómo aplicar estos estilos, considere la posibilidad de contratar a un maquillador profesional o consulte algunos tutoriales en YouTube, Instagram o TikTok. Con estos consejos y trucos, podrá curar la rosácea desde adentro hacia afuera y lucir muy bien mientras tanto.
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