Dentro de las células individuales del cuerpo el magnesio está en segundo lugar, después del potasio, en términos de su concentración. Las funciones del magnesio giran principalmente alrededor de su capacidad de activar muchos encimas.

La insuficiencia de magnesio es muy común en los americanos, particularmente entre la población de la tercera edad y en las mujeres durante el periodo premenstrual. La insuficiencia con frecuencia es consecuencia de factores que reducen la absorción o aumentan la secreción de magnesio, tales como: una elevada ingesta de calcio, el alcohol, la cirugía, los diuréticos, la enfermedad hepática, la enfermedad renal y el uso de anticonceptivos orales.

Los síntomas y señales de una insuficiencia de magnesio incluyen la fatiga, la confusión mental, la irritabilidad, la debilidad, las alteraciones cardiacas, problemas en la conducción nerviosa, la contracción muscular, los calambres musculares, la pérdida de apetito, el insomnio y la predisposición al estrés.

A continuación, detallamos los diez usos principales del magnesio:

El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

El magnesio favorece la relajación de los músculos bronquiales lisos, como resultado, se abren las vías respiratorias y es más fácil respirar. El magnesio intravenoso es una medida ya comprobada y aceptada clínicamente para detener un ataque agudo de asma, así como de unos brotes agudos de EPOC. Lamentablemente, no se ha evaluado plenamente la toma del suplemento oral de magnesio a largo plazo para tratar el asma y la EPOC.

El trastorno de déficit de atención (TDA)

La insuficiencia de magnesio puede tener un papel en el TDA como indica la investigación, muchos niños que tienen TDA tienen unos niveles de magnesio más bajo. En un estudio preliminar, el magnesio redujo la hiperactividad de niños con TDA con hiperactividad. En el estudio, 50 niños con TDA con el magnesio bajo (según se determinó por los hematíes y los niveles de magnesio en el suero) recibieron 200 mg al día durante seis meses. Comparados con otros 25 niños con insuficiencia de magnesio, los que recibieron el suplemento de magnesio experimentaron una disminución importante en su conducta hiperactiva.

La enfermedad cardiovascular

El magnesio es absolutamente esencial para el funcionamiento adecuado del corazón. El papel del magnesio en la prevención de enfermedades cardiacas y los infartos está generalmente reconocido. Además, existe un conjunto considerable de conocimientos que demuestran que el suplemento de magnesio es eficaz en el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades cardiovasculares:

La angina de pecho

Se ha mostrado que el suplemento de magnesio (la mayoría de los estudios han sido con una administración intravenosa) es útil en la angina debida ya sea a un espasmo de la arteria coronaria o a la arterioesclerosis. El efecto beneficioso del magnesio en la angina se relaciona con su capacidad de mejorar la producción de energía en el corazón; dilata las arterias coronarias, lo que permite que el oxígeno llegue mejor al corazón; impide que las plaquetas se junten y formen coágulos de sangre, al mejorar el ritmo cardiaco.

Las arritmias cardiacas

La primera vez que se demostró que el magnesio tenía utilidad en el tratamiento de las arritmias cardiacas fue en 1935. Más de sesenta años después, hay numerosos estudios doble ciego que muestran que el magnesio es bueno en muchos tipos de arritmias, incluida la fibrilación atrial, las contracciones ventriculares prematuras, la taquicardia ventricular y las arritmias ventriculares graves.

La insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca se refiere a una incapacidad del corazón de bombear la sangre de forma efectiva. La insuficiencia se debe con más frecuencia a los efectos a largo plazo de la tensión sanguínea alta, a un trastorno en una válvula del corazón o a una cardiomiopatía. Los niveles de magnesio parecen estar directamente relacionados con los índices de supervivencia. En uno de los estudios, los pacientes con insuficiencia cardiaca con unos niveles de magnesio normales tenían unos índices de supervivencia de 1 año el 71 % y de 2 años el 61 %, comparados con los índices de los pacientes con un nivel de magnesio más bajo, que eran del 45 % y el 42 % respectivamente. Además de los beneficios propios que proporciona en la insuficiencia cardiaca, el suplemento de magnesio previene también la disminución de magnesio causada por la terapia medicinal convencional en los casos de insuficiencia – digitálicos, diuréticos y vasodilatadores (betabloqueantes, bloqueadores de los canales de calcio, etc.).

La tensión sanguínea alta

Hay una evidencia considerable de que una ingesta elevada de magnesio está asociada con una tensión sanguínea más baja en los estudios de la población. Debido a esta evidencia, los investigadores empezaron a investigar el efecto del suplemento de magnesio en el tratamiento de la tensión sanguínea elevada. Los resultados de los estudios doble ciego han sido mezclados. Algunos de los estudios mostraron un efecto muy positivo en la reducción de la tensión sanguínea, otros, no. Parece que el magnesio es más útil cuando el individuo toma un diurético o tiene un nivel elevado de renina – un enzima liberado por los riñones que, eventualmente, lleva a la formación de la angiotensina y libera aldosterona. Este compuesto hace que los vasos sanguíneos se estrechen y aumente la tensión sanguínea. El grado de disminución de la tensión sanguínea con el magnesio es normalmente modesto (ej. menos de 10 mm de Hg tanto en la sistólica como en la diastólica).

La diabetes

Se sabe que el magnesio juega un papel central en la secreción y la acción de la insulina. Varios estudios en pacientes con diabetes o con intolerancia a la glucosa han demostrado que el magnesio es útil. El suplemento de magnesio (generalmente de 400 a 500 mg al día) mejora la respuesta y la acción de la insulina, la tolerancia a la glucosa y la fluidez de la membrana de los hematíes. Además, los niveles de magnesio son normalmente bajos en los diabéticos y más bajos en los que padecen una retinopatía severa. Los diabéticos tienen unos requisitos de magnesio mayores y necesitan que los suplementos dietéticos satisfagan esa necesidad.

La fatiga

Una insuficiencia de magnesio subyacente puede resultar en fatiga crónica y síntomas semejantes al síndrome de fatiga crónica. Se ha hallado en muchos pacientes con fatiga crónica y con el síndrome de fatiga crónica unos niveles bajos de magnesio en los hematíes, una medida más precisa del estado del magnesio que los análisis rutinarios de sangre. Los estudios doble ciego en personas con síndrome de fatiga crónica han mostrado que los suplementos de magnesio han mejorado sus niveles de energía, tienen un estado emocional mejor y menos dolor. Estos estudios más recientes apoyan los resultados de las pruebas clínicas durante la década de 1960 en pacientes que sufrían de fatiga crónica. Los estudios anteriores utilizaban el magnesio y el aspartato de potasio orales y hallaron que entre el 75 % y el 91 % de los casi 3000 pacientes estudiados experimentaron un alivio de la fatiga durante el tratamiento con magnesio y aspartato potásico. Por otro lado, los pacientes que respondieron a un placebo fueron entre el 9 % y el 26 %. Los efectos beneficiosos se notaban normalmente después de solo 4-5 días, aunque a veces, eran necesarios 10 días. Los pacientes continuaron normalmente el tratamiento durante 4 a 6 semanas.

La fibromialgia

La fibromialgia es un trastorno reconocido recientemente como una causa común del dolor musculoesquelético crónico y de la fatiga. Un estudio demostró que un suplemento diario de 300 a 600 mg de magnesio (como maleato de magnesio) produjo unas mejoras tremendas en el número y la severidad de los puntos sensibles.

Las piedras en el riñón

El magnesio aumenta la solubilidad del calcio en la orina, por lo que previene la formación de cálculos en los riñones. El suplemento de magnesio en la dieta ha demostrado tener un efecto importante en la prevención de la repetición de cálculos en los riñones. No obstante, si se usa juntamente con la vitamina B6 (la piridoxina), se ha observado un efecto incluso mayor.

La migraña y los dolores de cabeza tensionales

Existe una evidencia considerable de que los niveles bajos de magnesio desencadenan tanto los dolores de migraña como los tensionales. En los estudios doble ciego de individuos con unos niveles de magnesio bajos se ha demostrado que el suplemento de magnesio ha producido unos resultados excelentes.

El embarazo (toxemia, parto prematuro y otras complicaciones)

Durante el embarazo es necesario aumentar el magnesio, como se ha visto en las CDR que pasa de 280 mg a 350 mg al día. La insuficiencia de magnesio durante el embarazo se ha relacionado con la preeclampsia (un problema grave del embarazo asociado con una subida de la tensión sanguínea, la retención de líquidos y la pérdida de proteínas en la orina), el parto prematuro y el retraso del crecimiento fetal. Por el contrario, cuando se ha proporcionado un suplemento de magnesio en la dieta de la mujer embarazada, se ha comprobado que disminuye significativamente la aparición de estas complicaciones.

El síndrome premenstrual

Se ha sugerido que la insuficiencia de magnesio es un factor causante del síndrome premenstrual. Aunque se ha demostrado que el magnesio en sí es eficaz, se han obtenido mejores resultados al combinarlo con la vitamina B6 y otros nutrientes. Varios estudios han mostrado que cuando las pacientes sufren el síndrome premenstrual y se les da un complejo multivitamínico y mineral que contenga unas dosis elevadas de magnesio y de vitamina B6, han experimentado una reducción mayor de los síntomas del síndrome en comparación con los resultados vistos en estudios donde el único factor probado era el magnesio.

Formas disponibles:

El magnesio está disponible en distintas formas. Los estudios respecto a la absorción han mostrado que el magnesio se absorbe fácilmente en forma oral, especialmente cuando está unido al citrato, así como a la glicina, el aspartato y el maleato. Las formas inorgánicas del magnesio, tales como el cloruro, el óxido o el carbonato de magnesio se absorben bien, pero hay más probabilidad de que causen diarrea en dosis más elevadas.

Advertencias y precauciones:

Si padece una enfermedad cardiaca o renal grave, por favor, consulte a su médico antes de tomar un suplemento de magnesio.

Posibles efectos secundarios

En general el magnesio se tolera muy bien, el suplemento de magnesio a veces puede producir unas heces sueltas, especialmente en la combinación de sulfato (sal de Epsom), hidrato o cloruro.

Interacción medicamentosa:

Hay muchos medicamentos que parecen tener un efecto adverso en el estado del magnesio. Los más notorios son muchos diuréticos, la insulina y el digitálico.

Interacción con los alimentos:

Hay una interacción amplia entre el magnesio y el calcio, el potasio y otros minerales. Las dosis elevadas de otros minerales reducirán la ingesta de magnesio y viceversa. Una ingesta elevada de calcio y una toma elevada de productos lácteos fortalecidos con vitamina D da como resultado una absorción menor de magnesio. La vitamina B6 trabaja junto al magnesio en muchos sistemas enzimáticos.

Dosis normal:

La recomendación normal del suplemento de magnesio es la del nivel de la cantidad diaria recomendada (CDR): 350 mg al día los varones adultos y 280 mg las mujeres adultas, al día. Muchos nutricionistas expertos creen que la ingesta ideal de magnesio debería de basarse en el peso corporal (6 mg/kg de peso corporal). Para una persona de 50 kg la recomendación sería de 300 mg, para una de 70 kg, 420 mg, y para una de 90,7 kg, 540 mg.

Sobredosis:

Normalmente, una sobredosis producirá diarrea. Si ha ingerido una dosis excesiva accidentalmente, haga lo siguiente: si la víctima está inconsciente o tiene convulsiones,

llame inmediatamente a una ambulancia. Si lleva personalmente a la víctima a urgencias, asegúrese de llevar consigo el recipiente del que lo ha tomado. Si la víctima está consciente, llame al centro de control de tóxicos o a un profesional de la salud. Puede que el centro de control de tóxicos le sugiera que induzca el vómito con jarabe de ipecacuana (que se puede comprar sin receta en cualquier farmacia). NO provoque el vómito a menos que le instruyan específicamente que lo haga.